En diciembre se estrena “Süskind”, la historia real de una red que ocultaba niños judíos de los nazis. Walter Süskind, aparente colaborador de los nazis, sacaba a los niños y los escondía en familias cristianas o colegios católicos
El director holandés Rudolf Van den Berg acaba de rodar en Rumanía “Süskind”, un film basado en la historia del judío alemán Walter Süskind, quien como gestor de las deportaciones de Ámsterdam parecía ser un colaboracionista con los nazis, pero que a escondidas salvó docenas de adultos y entre 800 y 1.000 niños.
La historia de Süskind, que murió en Auschwitz, fue conocida por muy pocas personas, aunque a partir de los años 90 empezó a divulgarse y en 2005 se rodó sobre él un documental estadounidense llamado “Secret Courage”. Süskind nació en Alemania en 1906; como muchos otros judíos, huyó con su familia del nazismo alemán y llegó en 1938 a Holanda. Encontró un buen trabajo como director de empresa para reunir dinero y marchar a Estados Unidos pero la invasión alemana de Holanda en 1940 le atrapó.
En 1942, los nazis obligaban a los mismos judíos a organizar toda la gestión de su deportación, en teoría a “campos de trabajo”, a ser “mano de obra en Alemania para el esfuerzo bélico” y Süskind dirigía el centro de concentración del Teatro Judío de Ámsterdam. Como era alemán y dominaba el idioma y las costumbres alemanas, se ganó la amistad de las autoridades militares germanas con regalos, chistes y adulación. Fue entonces cuando contactó con 4 redes distintas de la resistencia holandesa para entregarles niños a escondidas. Los niños luego se ocultaban en internados católicos o en familias cristianas, por lo general pobres y en el campo.
“Süskind preguntaba a los padres si estaban de acuerdo. Era un gran dilema para ellos. Algunos no querían, a otros les parecía una buena idea para salvarlos”, explica el holandés Jeroen Koolbergen, uno de los productores del largometraje, rodado en parte en Rumanía y en el Teatro Judío de Bucarest.
“Süskind trabajó codo con codo con altos oficiales alemanes, jugó el juego de los alemanes, les hizo creer que eran amigos pero mientras les estaba engañando. Sin embargo, muchos judíos solo conocieron esa amistad, no se dieron cuenta de la otra parte”, declara el productor.
Süskind murió en el campo de exterminio de Auschwitz o inmediatamente después.