3 de octubre de 2011

Más de un millón de fieles en Luján..

Caminaron desde Liniers y otros puntos del país; el cardenal Bergoglio pidió respetar a niños y ancianos..


La peregrinación a Luján, organizada por el arzobispado porteño, confirmó este año la tendencia que se venía profundizando en sus últimas ediciones. Ya no es un acto que se lleva adelante con puntualidad entre el mediodía del sábado y la mañana del domingo del primer fin de semana de octubre, sino que cada vez son más los grupos o peregrinos autoconvocados que salen a caminar el viernes o el mismo domingo.

"Madre querida, te pedimos por los que vinieron caminando y por los que siguen peregrinando, que no queden solos ni abandonados", pidió el cardenal Jorge Bergoglio al final de la homilía de la Misa central de la 37» Peregrinación Juvenil a Luján, y arrancó aplausos entre los somnolientos fieles que lo escuchaban después de haber caminado durante 8, 10 o 15 horas.

En 8 minutos de sermón, Bergoglio repitió de distintas formas que cuando se habla de "cuidar la vida", como decía el lema de la peregrinación de este año, significa "cuidarla siempre, pero con la ternura con la que la cuida María".

Afirmó que hay que "cuidar la vida de los niños y de los ancianos; las dos puntas de la vida" y, en especial, "de los que tienen menos protección" y que "un pueblo que no cuida a sus niños y a sus ancianos comenzó a ser un pueblo en decadencia".

En un momento en el que muchos asocian la defensa de la vida que encarna la Iglesia exclusivamente con las presiones por la no reglamentación del aborto, el arzobispo de Buenos Aires y presidente del Episcopado argentino se cuidó de referirse a esa polémica. Pero no dejó de afirmar que cuidar la vida significa hacerlo "desde el momento en el que se la espera hasta el último aliento".

Bergoglio concelebró la misa con el obispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani; el obispo auxiliar de Buenos Aires, Joaquín Sucunza, y con otros ocho obispos de la región. En la puerta del santuario y por primera vez desde la última visita de Juan Pablo II, en 1987, se exhibía la imagen milagrosa de la Virgen de Luján.

"Aquí recibimos los cuidados de nuestra Madre. Ella nos espera y hoy, por razones de reparación del templo, quiso salir a la puerta en este lugar elegido", dijo Bergoglio.

Durante todo el día de ayer y del sábado, arribaron a la plaza Belgrano, frente a la basílica de Luján, los peregrinos en grupos identificados con colegios, parroquias o sin carteles. "Cerca del 80% son lo que podríamos llamar autoconvocados", dijo a La Nacion uno de los organizadores.

Fuentes policiales dijeron a la prensa que el total de peregrinos habría sido durante el fin de semana de 1.300.000 personas. Desde el arzobispado de Buenos Aires se informó que, según una iniciativa de seminaristas, un grupo de sacerdotes apostados en el Puente de los Escudos, al ingresar en Luján, bautizaron a más de 60 adultos que estaban preparándose para recibir ese sacramento y muchos de los cuales hicieron la peregrinación junto con sus padrinos.

Como otros años, también participaron los padres de algunas víctimas de la tragedia de Cromagnon. "Pedimos por los chicos y para que nosotros podamos tener paz", afirmó Nilda Gómez, madre de uno de los jóvenes fallecidos el 30 de diciembre de 2004.

Relación con la Virgen.
"La peregrinación es algo muy fuerte, que es muy difícil de expresar con palabras, pero es la fe del pueblo de Dios que se manifiesta de manera tan concreta haciendo este esfuerzo que no es por el sacrificio mismo, sino como un acto de amor de uno de los hijos a la Madre", dijo el padre Martín Rebollo Paz, de la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular, organizadora de la peregrinación.

"Yo vengo porque esta peregrinación me ayuda a retomar mi relación con la Virgen como madre", dijo Isabel, de 37 años, que caminó desde Moreno junto a su esposo. Y agregó: "Hace un rato, alguien me dio este volante, que tiene una frase del Papa, que resume perfectamente lo que hacemos viniendo a Luján". Ese texto de Benedicto XVI dice: "Peregrinar significa salir de nosotros mismos para ir al encuentro de Dios allí donde El se ha manifestado, allí donde la gracia divina se ha mostrado con particular esplendor y ha producido abundantes frutos de conversión y santidad entre los creyentes".

Fervor Mariano.
Virgen del Rosario de San Nicolás. 1.000.000 de personas.
Desde 1983, cada 25 de septiembre los peregrinos llegan al santuario de la ciudad bonaerense de San Nicolás.

El Señor y la Virgen del Milagro. 650.000 personas.
Desde 1692, en Salta, el 15 de septiembre los fieles peregrinan para renovar su fidelidad al Señor y la Virgen del Milagro.

Nuestra Señora de Itatí. 200.000 personas.
Es la cantidad de fieles que concurren a la Peregrinación Juvenil del Nordeste Argentino (NEA) a la Basílica de Itatí, en Corrientes.

Virgen de Huachana. 80.000 personas.
Cada 31 de julio peregrinan desde distintos puntos del Norte a la localidad de Huachana, en Santiago del Estero..

Fuente: La Nación.