El creador de Apple intentó comunicarse con en entonces Papa interviniendo una línea telefónica y haciéndose pasar por Henry Kissinger. No logró su objetivo por desconocer el procedimiento vaticano pero llegó lejos.
Detalles de la osadía.
Según cuenta Walter Isaacson en su reciente biografía sobre el fundador de Apple, Steve Jobs intentó hablar por teléfono con el Papa Pablo VI haciéndose pasar por Henry Kissinger, el legendario secretario de Estado con Richard Nixon y Gerald Ford.
Se trataba de poner a prueba la "caja azul", un sistema que había inventado junto con su socio Steve Wozniak y que servía para hacer llamadas a larga distancia interviniendo las líneas de las grandes compañías telefónicas.
Al parecer, el audaz Jobs consiguió hablar con distintos niveles de la Curia vaticana, pero no consiguió su objetivo. Entre otras cosas porque, desconocedor del protocolo de la Santa Sede, ignoraba que el Papa nunca se pone al teléfono, ni siquiera con jefes de Estado. Si alguien quiere hablar con él, es él quien llama, previa cita concertada por su secretario particular.
La biografía de Isaacson también abunda en las ideas religiosas de Jobs. Según cuenta Giacomo Galeazzi en Vatican Insider, creía en Dios "fifty-fifty", esto es, al cincuenta por ciento: "Quisiera creer en la vida del más allá, pero temo que al final sólo haya un interruptor que apague la luz y te haga desaparecer", decía. Aunque, según el biógrafo, tras descubrirse el cáncer que acabó matándole "creía un poco más".
Fuente: ReL.